La solicitud de un trabajo de peritación psicológica de las circunstancias que rodean al núcleo familiar en un procedimiento de divorcio, puede ser necesaria tanto en los procedimientos en los que existe mutuo acuerdo como en los contenciosos (conflictivos). En el primero de los casos, existen circunstancias que pueden plantear dudas a los progenitores sobre cómo dar forma a la custodia y al régimen de visitas para adecuarlo a las necesidades y mejor interés de los menores (residencia en provincias diferentes, horarios de trabajo no estables, enfermedad o problemática en algunos de los hijos que requiere un seguimiento especial, corta edad, etc), motivo por el que se nos solicita asesoramiento.
Por otro lado, en los procedimientos contenciosos puede ocurrir que se plantee la peritación psicológica desde el momento inicial en que se formula la demanda de divorcio (a veces para usar los resultados durante el proceso de negociación-acuerdo, otras para presentarla como una prueba más que se ratifica posteriormente en juicio), o con motivo de la interposición de una demanda de modificación de las medidas adoptadas en sentencia previa, debido a un cambio en las circunstancias que la motivaron.
¿En qué consiste el trabajo de peritación psicológica?
Tras una primera entrevista de toma de contacto con el/los clientes para conocer el objetivo de la pericia y la viabilidad de la propuesta, se realizan otras en profundidad (cuyo número variará en función de la complejidad de cada caso) para obtener información de los diferentes historiales de los miembros que componen la familia y administrar las pruebas psicológicas pertinentes para la obtención de datos más específicos; posteriormente se evalúa a los menores, evaluación adaptada a la edad de los mismos y que se lleva a cabo en un contexto lúdico y distendido para ellos, cuidando siempre con detalle la relación evaluador-menor para facilitar la confianza o rapport. Aunque suele ser una preocupación para los progenitores la timidez de sus hijos y el apego que tienen con ellos, el contexto facilita que se relajen e incluso disfruten en las diferentes sesiones.
Una vez realizada la evaluación, se devuelve la información de los resultados obtenidos antes de emitir el informe psicológico para tomar la decisión más ajustada a la realidad encontrada.
En los trabajos concretos con procedimientos de familia, la forma que se dé a la demanda o a la contestación a la misma puede condicionar el curso futuro del procedimiento, que en ocasiones se hace duradero en el tiempo. La coordinación con el letrado y el asesoramiento sobre la mejor forma de proceder, simplifica el trabajo y facilita la evolución favorable del caso.
Si necesitas asesoramiento en esta materia, realizar una pericial de parte o por mutuo acuerdo, no dudes en contactar con nosotros.