La peritación psicológica de un presunto episodio de violencia sexual debe centrarse en la evaluación de la credibilidad del testimonio de la víctima y en la valoración de las posibles secuelas asociadas a la vivencia traumática.
¿Cómo se lleva a cabo esta evaluación?
Existen diferentes técnicas a las que hace referencia la literatura científica, algunas con mayor validez y fiabilidad que otras, para realizar investigaciones psicológicas forenses sobre la posible ocurrencia de un episodio de violencia o abuso sexual denunciado.
El primer paso en la peritación de la credibilidad de testimonio de personas presuntamente víctimas de violencia sexual, se centra en recoger el testimonio a través de una entrevista exhaustiva, para la que el psicólogo forense debe tener una formación específica con el objeto de evitar la contaminación del relato de la persona evaluada, en un trabajo que exige gran rigor metodológico y especialización.
Una vez obtenido el testimonio, éste se analizará utilizando técnicas específicas para este fin. La mayor o menor credibilidad de un relato dependerá de si cumple con unos criterios rigurosos, establecidos por la comunidad científica.
En el trabajo pericial psicológico en procedimientos de violencia sexual, es fundamental partir de diferentes hipótesis que contemplen diferentes opciones que pueden explicar la situación:
– La presunta víctima dice la verdad.
– La presunta víctima miente deliberadamente.
– La presunta víctima exagera los presuntos hechos.
– La presunta víctima confunde agresores.
– Etc.
Una vez analizado el testimonio, deben evaluarse las posibles secuelas que puede presentar la presunta víctima como consecuencia de los hechos, y analizar la relación de causalidad con los hechos que se investigan. No hay secuelas sin hechos, y no todos los casos presentan secuelas psicológicas.
Por último, la pericial realizada debe ratificarse en sala, bien en Juzgados de lo Penal o en Audiencia Provincial correspondiente, siendo determinante el momento de la ratificación en el curso del procedimiento. Una ratificación inexperta en este tipo de evaluaciones, poco cualificada y no centrada en el objetivo, puede determinar el buen curso aparente inicial de una pericial realizada.
En muchas ocasiones, especialmente en procedimientos de presunta violencia sexual, las partes solicitan la realización de un contraperitaje psicológico, un análisis técnico del procedimiento de evaluación llevado a cabo por el perito psicólogo evaluador que, realizado con profesionalidad, puede poner en evidencia errores metodológicos que han llevado a conclusiones erróneas.
En Barba León somos expertos en esta materia, si necesitas un informe pericial psicológico sobre abuso o violencia sexual, no dudes en contactar con nosotros.