En esta entrada queremos ofrecer algunos datos interesantes sobre el papel del psicólogo forense en la valoración de las secuelas psicológicas derivadas de un accidente de tráfico.
Según datos estadísticos de la DGT, el número de accidentes de tráfico con víctimas en nuestro país venía presentando una reducción sostenida y global desde 1989 hasta 2011; desde 2012 la tendencia ha cambiado, produciéndose un ligero incremento con respecto al año anterior, aunque en general el número de víctimas mortales o heridos graves ha descendido un 8%. En el caso de heridos leves, sí se aprecia un incremento en 2012 del 1% con respecto al año anterior.
La mayoría de los accidentes con víctimas tuvo lugar en vías urbanas (6 de cada 10). No obstante, las lesiones más graves se produjeron en vías interurbanas. Si analizamos la matriz de Barell para aproximarnos al conocimiento del tipo de lesiones, entre las físicas encontramos que las fracturas son las lesiones más frecuentes (58,4%), con diferentes localizaciones, seguidas de lesiones internas (17,2%). Como secuelas psicológicas podemos encontrar tanto Trastornos de Ansiedad Generalizada, otros Adaptativos o Trastornos por Estrés Postraumático, entre otros.
Cada una de las secuelas sufridas a raíz de un accidente de tráfico son cuantificables y susceptibles de indemnizar. La DGT explica en su web quién tiene derecho a reclamar una indemnización en caso de accidente.
El psicólogo forense (o perito psicólogo) será el encargado de realizar esta valoración, evaluando la alteración en su estabilidad emocional y en el normal funcionamiento social, laboral y familiar del lesionado como consecuencia del accidente sufrido. Este mismo procedimiento se seguirá para la valoración de las secuelas psíquicas que puedan derivar de una mala praxis profesional durante una operación médica o intervención estética.
En Barba León somos expertos en esta materia, si necesitas asesoramiento, no dudes en contactar con nosotros.