En el ámbito de la psicología podemos encontrar muchas ramas de trabajo. Cuando necesitamos un informe psicológico hay que destacar dos especialidades concretas: psicología clínica (o sanitaria) y psicología forense.
¿Qué diferencias hay entre un psicólogo clínico y un psicólogo forense?
El psicólogo clínico es especialista en terapia psicológica, y ha debido superar un examen PIR para poder ejercer como tal. Un psicólogo clínico emitirá un informe de seguimiento de terapia sobre un paciente, y en él detallará cuál ha sido el trabajo que ha realizado y los objetivos logrados.
Sirva como ejemplo el paciente que sufre ansiedad, con el que el clínico trabajará técnicas de relajación, entre otras, y posteriormente podrá mencionar en un informe cuál ha sido el trabajo realizado y las mejoras conseguidas.
Por su parte, el psicólogo forense es especialista en evaluación psicológica (de adultos o menores), con un objetivo concreto y una metodología específica de trabajo, y el informe irá destinado a un procedimiento judicial.
Como ejemplo, podemos citar un informe de evaluación de secuelas psicológicas derivadas de un accidente, en el que el evaluador tendrá como objetivo valorar las posibles secuelas psicológicas, descartar simulación o disimulación, y establecer el la relación de causalidad entre la secuela y el hecho traumático. Esta es la clave de la intervención, centrada en los aspectos que contempla la Ley y, por tanto, en lo que el juzgador tendrá en cuenta en su decisión. Un informe de seguimiento de terapia no contempla estos aspectos, no es apto para este fin y, por tanto, es fácilmente impugnable.
Otros ejemplos podrían ser la evaluación de una responsabilidad criminal de una persona en relación a un delito, la evaluación de una posible situación de acoso laboral, de violencia sexual, de la idoneidad para ostentar la guarda y custodia de hijos, etc.
¿Cuál es la diferencia entre un psicólogo clínico y uno sanitario?
Ambos psicólogos dedican su trabajo a la terapia (de adultos o niños). El psicólogo clínico obtiene la titulación mediante un proceso de oposición PIR y trabaja en hospitales (podrá dedicarse también al ejercicio privado), y el psicólogo sanitario obtiene la habilitación por otra vía:
- Ejercicio desde fecha anterior a octubre de 2014 y solicitó la acreditación sanitaria con los trámites oportunos en Sanidad.
- Licenciados con posterioridad a 2014 o aquellos que, aún habiendo obtenido la licenciatura antes de 2014 no solicitaran la acreditación a tiempo, podrán obtener la especialización de psicología sanitaria mediante un Máster específico.
Este aspecto fue materia regulada en la Ley 337/2011, de 4 de octubre, Ley General de Salud Pública, Disposición Adicional 7ª:
Ambos, psicólogo clínico y psicólogo sanitario, podrán realizar terapia y podrán emitir diagnósticos en igualdad de condiciones. En este sentido, a efectos diagnósticos, si un psicólogo forense no tiene además especialización sanitaria, no podrá emitir diagnósticos en sus periciales. Este aspecto condiciona, especialmente, a los psicólogos licenciados con posterioridad a 2014 no a los que no solicitaron la acreditación sanitaria a tiempo.
¿Cuál es el informe adecuado para un procedimiento judicial?
El informe que debe usarse a efectos judiciales es el informe pericial psicológico (peritaje psicológico), es decir, el que realiza un psicólogo forense (perito psicólogo). El informe de terapia no acredita de forma rigurosa la existencia de secuelas, y no confirma la relación de causalidad entre el malestar de la persona y el hecho traumático que lo causó; para este fin es necesario un informe psicológico forense.
¿En qué procedimientos trabaja un psicólogo forense?
El psicólogo forense puede realizar evaluaciones penales (credibilidad de testimonio en violencia sexual, maltrato, acoso laboral, responsabilidad criminal, etc.); de familia o civil (idoneidad para ostentar la guarda y custodia de menores, tutela de personas discapacitadas, secuelas de accidentes, etc.); laboral/social (estudio de una posible situación de acoso laboral, etc.), etc.