En muchas ocasiones, los menores realizan verbalizaciones o comportamientos que pueden llevarnos a sospechar de la posible vivencia de abuso sexual.
¿Detrás de una verbalización o conducta sexualizada, hay siempre un episodio de abuso sexual?
No toda manifestación o conducta sexualizada implica necesariamente que un menor haya sido víctima de abuso sexual. Las conductas sexualizadas pueden ser normales en determinados períodos evolutivos, según las características de estas, y las verbalizaciones pueden igualmente responder a una reproducción de contenidos que han oído en cualquier contexto, o a la influencia de un interrogatorio extenso y motivado por una hiperpreocupación en este sentido, que no haría más que reforzar la verbalización.
¿Cómo se debe actuar en estas circunstancias?
En primer lugar, es aconsejable no perder la calma, actuar con serenidad y oír lo que espontáneamente verbalice el menor, pero sin someterlo a interrogatorio. Todas las preguntas que se le formulen, especialmente por personal no cualificado, puede perjudicar la evaluación psicológica posterior.
Si un adulto tiene dudas con respecto a qué medidas tomar al tener sospecha de un posible abuso sexual, debe consultar un profesional cualificado.
¿Cuál es el profesional más idóneo?
El profesional adecuado para realizar una consulta de este tipo, es el que tiene formación y trayectoria en evaluación de credibilidad de testimonio. No todos los psicólogos infantiles, forenses o clínicos la tienen. La intervención por personal no cualificado puede perjudicar seriamente un posterior procedimiento judicial. En un procedimiento judicial, el juzgador podrá solicitar además que el profesional acredite este extremo.
El profesional consultado orientará a los adultos acerca de si son significativos los indicadores observados o si, por el contrario, no tienen valor, pueden responder a otra causa, o son insuficientes para dar un paso judicial.
¿Es aconsejable cometer inmediatamente al menor a terapia?
No, en primer lugar se recomienda realizar una credibilidad de testimonio. Una vez demostrado que el relato es creíble y que existen secuelas asociadas a la vivencia (no siempre es así), será el momento de acudir a terapia o de realizar una intervención preventiva.
Realizar terapia antes del análisis de credibilidad de testimonio puede perjudicar esa intervención, que es una de las pruebas principales.
¿Qué hacer si la persona abusadora convive en el domicilio?
El profesional consultado te ofrecerá las recomendaciones oportunas; no obstante, en el momento en el que se realice la evaluación de credibilidad, si se hace, será recomendable que no exista contacto.
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